Ningún directivo duda a estas alturas del poder y la necesidad de la transformación digital, pero la cuestión que me preocupa es, si realmente la estamos acometiendo con los criterios necesarios para que aporte todo el impacto positivo que debemos exigirle y que podemos esperar de ella.
Los que siguen esta tribuna ya saben que defiendo y propugno un enfoque de gestión empresarial avanzado, que entiende que las compañías deben gestionar sus impactos atendiendo a todos los grupos de interés y buscando el equilibrio positivo de la triple cuenta de resultados.
Por tanto, cuando abordamos procesos de transformación digital en nuestros modelos de negocio, creo que deberíamos tener respuesta a cuatro cuestiones clave:
- ¿Hemos valorado adecuadamente los impactos sociales o medioambientales en todos las grupos de interés?
- La digitalización está impulsando la cuenta de resultados sin tener en consideración otras variables extra financieras?
- ¿Nuestros valores de compañía se siguen reflejando en el proceso de digitalización?
- ¿Qué oportunidades de negocio estamos perdiendo por despreciar la estrategia de sostenibilidad en la digitalización?
Así, si queremos que la mejora competitiva que nos puede dar la digitalización se consolide, debemos evaluar sus impactos ante el modelo de sostenibilidad y analizar los posibles riesgos. Asimismo, la complejidad de los retos globales nos lleva a los profesionales de la sostenibilidad a identificar nuevas oportunidades para las que las soluciones tecnológicas son imprescindibles. Para abordar esta necesaria integración entre sostenibilidad y digitalización, el análisis de los riesgos. Asimismo, la complejidad de los retos globales nos lleva a los profesionales de la sostenibilidad a identificar nuevas oportunidades para las que las soluciones tecnológicas son imprescindibles. Para abordar esta necesaria integración entre sostenibilidad y digitalización, el análisis de los riesgos y oportunidades ASG de los proyectos digitales y de transformación tecnológica, se está convirtiendo en una herramienta estratégica de cara a garantizar la competitividad sostenible de las compañías.