Reducir la desigualdad de género. Un asunto de empresa

desigualdades

Las compañías constituyen un agente de cambio esencial para la participación activa de las mujeres en la economía, reduciendo las desigualdades asociadas al género.

 El recorrido se produce principalmente a través del empleo y el universo de temas vinculados a ello; con un escenario de evolución de la empleabilidad femenina en la región desde un 20% en los años sesenta del siglo pasado a un 65% en la actualidad, de conformidad con las estadísticas del BID. Otra vía cada vez más relevante es el emprendimiento, con Chile y Colombia entre los países más destacados a nivel internacional en el Female Entrepreneurship Index del Instituto GEDI.

Centrados en la contribución de la empresa, ha de producirse desde la propia operativa y no con iniciativas aisladas, incluyendo las siguientes líneas:

  • Garantizar la accesibilidad al empleo, capacitando a los equipos de selección y sensibilizando a los tomadores finales de decisión, esto es, la alta dirección y los líderes de equipo. Es posible el desarrollo de medidas garantistas con sistemas de cuotas, si bien sobre ello existen discrepancias en el seno del sector empresarial.
  • Sensibilizar al conjunto de la plantilla, especialmente a aquellos equipos y centros de trabajo en los que la presencia de mujeres es menor.
  • Garantizar la igualdad salarial para posiciones equivalentes, tanto en la remuneración fija como en el variable, evitando esquemas de bonos que perjudiquen a las mujeres, por ejemplo por aspectos en que impacte la maternidad.
  • Promover el desarrollo profesional, estableciendo sistemas garantistas de evaluación del desempeño y promoción interna, con criterios de habilidades y capacidades técnicas (meritocráticos).
  • Resguardar el empleo y favorecer la conciliación, especialmente en escenarios de cargas familiares, ante el contexto de mayor involucramiento de las mujeres.
  • A través de los productos y servicios prestados por la compañía, favorecer la innovación con enfoque de género, que apoye la inclusión de las mujeres, tanto con portafolios específicos como eliminando barreras de acceso a los portafolios generales.
  • Ejercer una mercadotecnia responsable, haciendo uso de un lenguaje inclusivo y sustentada en valores de equidad, alejados de roles asumidos como tradicionales para cada género. Evitar el apego a usos y costumbres enraizados en la discriminación.
  • Adicionalmente, contribuir a la preparación de futuras colaboradoras, trabajando en alianza con la sociedad civil y las administraciones públicas para promover la formación STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) en niñas y jóvenes.
  • Asimismo, apoyar el emprendimiento de las mujeres en la cadena de valor.

La construcción de estrategias en las empresas para garantizar la reducción de las desigualdades asociadas al género, requiere además de compromiso público, así como de que se fijen objetivos y metas monitoreables a través de indicadores, transparentando los avances. El trabajo en alianza dentro de los gremios, a nivel sectorial, con organizaciones de la sociedad civil, la academia y las autoridades, es asimismo fundamental dada la envergadura de la brecha actual, contextualizando el desempeño en el marco de la Agenda 2030, a través del ODS 5. Además, reducir la desigualdad de las mujeres es un pilar para el desarrollo de las sociedades y la economía. Cabe destacar por ejemplo que si la brecha de género se cerrase, el Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina aumentaría un 16% adicional. Sobran argumentos, falta acción.

Publicado por: