Después de 18 años impulsando la sostenibilidad empresarial, nunca habíamos recibido tantas consultas y reflexiones, con una gran inquietud de fondo y dos grandes preguntas: ¿qué tengo que hacer para tener un propósito sostenible? Y si empezamos ahora, ¿llegamos a tiempo?
Estas inquietudes que tienen la mayoría de los directivos, son el reflejo de un escenario en el que muy pocas compañías globales y muy pocas pymes han estado trabajando la sostenibilidad empresarial en serio en los últimos años. Y esta dura afirmación tiene su sustento objetivo en clarísimos indicadores cuantitativos y cualitativos que manejamos en nuestro ámbito profesional. Por tanto, los actuales resultados oportunistas de las encuestas a directivos que presentan algunas firmas, sobre su voluntad de cambiar el modelo, chocan de manera radical con los datos de descarbonización o transición circular, las políticas de derechos humanos y de diversidad, o la gestión del impacto real de la compañía en el planeta y la sociedad.
¿Por qué hemos llegado a este punto?
La realidad que tenemos es que la priorización del enfoque de maximización de beneficios y retribución al accionista de las últimas décadas ha penalizado la necesaria integración de criterios adicionales de sostenibilidad y ASG en la toma de decisiones directivas, que permitiesen equilibrar el impacto sobre la economía, el planeta y las personas.
Obviamente, surgen muchos aspectos de análisis para intentar entender qué ha pasado y por qué hemos llegado a este punto, pero me centraré en dos grandes cuestiones: ¿cuál era el propósito sostenible de la maximización del dividendo y de un criterio puramente financiero? Y segundo, los asesores y consultores que impulsaron esas políticas de máxima rentabilidad, haciendo caso omiso de la visión de los profesionales de la sostenibilidad, ¿están realmente preparados para integrar nuevas políticas y estrategias que den paso a un nuevo propósito y compromiso? Personalmente, creo que es difícil, y que el riesgo de socialwashing y greenwashing se volverá en contra de muchos.
Por tanto, estamos llegando tarde en muchos aspectos y esto nos va a obligar a hacer los deberes con mayor intensidad y calidad profesional, pues la aceleración requiere tomar decisiones mas rápidas y mejores, y por tanto necesitaremos a los mejores profesionales.
Referentes en el mercado
El análisis positivo es que disponemos de experiencias y ejemplos de compañías que llevan años con otra preocupación y haciendo los deberes, sin ruido, pero sin pausa. Algunas de ellas, destacadas multinacionales de diversos sectores como Coca-Cola, Inditex, Adidas, Acerinox, Ence, ACS… y algunas entidades financieras como Santander o Bankia, de las que podemos aprender muchas prácticas. Y también destacadas empresas familiares españolas como Mahou, Puig, Pascual, Jealsa, Incarlopsa, entre otras, que ya tenían un compromiso y propósito sostenible, y que han avanzado en la integración en su estrategia y en su toma de decisiones.
En nuestros 18 años de especialización profesional hemos tenido la oportunidad de apoyar a muchas de ellas, y el orgullo de ver cómo el liderazgo sostenible es compatible con la competitividad empresarial.
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